Comprar un juguete va más allá de elegir el más vistoso o el más publicitado. En España, existen normativas específicas que regulan la seguridad y la calidad de los juguetes para proteger a los más pequeños de riesgos innecesarios. Esta guía te explica de forma clara cuáles son esas normativas, cómo reconocer un juguete seguro y qué pautas de uso resultan imprescindibles para garantizar que tus hijos se diviertan sin peligro.

1. Marcado CE: el primer filtro de seguridad

¿Qué es el marcado CE?
El marcado CE (Conformidad Europea) indica que el fabricante declara cumplir con los requisitos esenciales de seguridad, salud y protección del medio ambiente establecidos por la Unión Europea. Verlo en la etiqueta de un juguete es el primer indicador de que ese producto ha sido sometido a pruebas y controles.

Dónde se encuentra
Generalmente, el marcado CE se ve impreso en la caja, en la etiqueta o directamente sobre el juguete. Asegúrate de que esté presente y sea claramente visible; evita productos que no muestren de forma inequívoca este sello.

2. Materiales no tóxicos y componentes seguros

¿Por qué es importante?
Los niños, sobre todo en sus primeros años, tienden a llevarse objetos a la boca. Esto los expone al riesgo de ingerir sustancias dañinas o desprender pequeñas piezas.

Consejos prácticos

  1. Verifica la etiqueta: Muchos fabricantes indican “libre de BPA” o “BPA-free” (especialmente en plásticos) y especifican que se han usado pinturas no tóxicas o conformes con la normativa europea.
  2. Revisa la solidez del juguete: Evita los que contengan partes pequeñas o frágiles que puedan romperse o soltarse con facilidad, ya que representan riesgo de asfixia en niños de corta edad.
  3. Apuesta por la calidad: Un juguete fabricado con buenos materiales (madera maciza, plástico resistente, telas lavables de calidad) ofrece mayor durabilidad y menos riesgos de rotura o aparición de desperfectos.

3. Supervisión adulta y entorno seguro

La vigilancia previene accidentes
Las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría (AEP) y de otras entidades de salud insisten en que los adultos deben supervisar a los niños durante el uso de juguetes. Esto no significa que debas estar encima de ellos todo el tiempo, pero sí prestar atención a:

  • Piezas que puedan soltarse: Tornillos, ruedas o botones que puedan salirse y quedar al alcance del niño.
  • Formas y bordes: Evita juguetes con puntas afiladas o bordes cortantes.
  • Baterías y compartimentos: Comprueba que la tapa del compartimento de pilas esté bien asegurada, evitando que los niños las extraigan.

4. Etiquetas de edad: el rango de uso recomendado

¿Por qué es relevante la edad recomendada?
Las etiquetas de edad en los juguetes no son solo una orientación comercial; responden a criterios de seguridad. Por ejemplo, un juguete recomendado para +3 años puede incluir piezas pequeñas inapropiadas para niños de 1 o 2 años.

Pautas a considerar

  1. Lee las indicaciones de la caja: Suelen indicar no solo la edad mínima, sino también consideraciones sobre el tipo de juego o las habilidades que se potencian.
  2. Observa el desarrollo de tu hijo: Cada niño se desarrolla a un ritmo distinto. Un juguete para +6 años podría ser seguro para un niño de 5 que tenga habilidades avanzadas, pero, aun así, es crucial supervisar su uso.
  3. Prioriza la seguridad sobre la curiosidad: Por mucho interés que muestre un niño por un juguete de “mayores”, si no cumple con los requisitos de su etapa, puede conllevar riesgos.

5. Otras consideraciones relevantes

  1. Riesgo de asfixia
    Asegúrate de que los envases, bolsas de plástico o envoltorios no estén al alcance de niños pequeños, ya que pueden cubrir la boca o la nariz.
  2. Normativa adicional
    Algunos juguetes, como patinetes, bicicletas o patines, exigen también el uso de casco y protecciones. Infórmate sobre la normativa de circulación y seguridad vial en caso de juguetes que se utilicen fuera de casa.
  3. Almacenaje y orden
    Disponer de un espacio propio para almacenar los juguetes (cajas, estanterías) ayuda a mantener el orden y reduce la probabilidad de tropiezos o accidentes.
  4. Revisión periódica
    Conforme el niño crece o el juguete se desgasta, conviene revisarlo: desecha los que estén rotos o tengan piezas sueltas, y dona o regala aquellos que ya no use pero que estén en buen estado.

Conclusión

En la decisión de compra de un juguete seguro y de calidad intervienen varios factores: el cumplimiento de la normativa europea, los materiales empleados, la coherencia con la edad del niño y, sobre todo, la supervisión adulta. Aplicando estas pautas, no solo proteges a tus hijos de riesgos innecesarios, sino que también aseguras que puedan disfrutar plenamente de sus juguetes y que su crecimiento se desarrolle con total tranquilidad.

By Last Updated: 23 de febrero 2025Categories: Guías

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